Porque todo comportamiento tiene un problema raíz.
El segundo día de clase tuvimos la suerte de recibir la visita del psicólogo del colegio, José Antonio. Él nos dio ciertas estrategias para tratar con los alumnos.
Ante todo nos debe quedar muy claro que en clase tratamos con personas y debemos tratarlos como tal (el autoconcepto). En primer lugar, hay que trabajar con la motivación de los alumnos. Todo alumno necesita una motivación para estudiar. (Es bastante lógico, incluso una persona adulta necesita una motivación para hacer cualquier cosa) La recompensa es un gran ejemplo de motivación.
Un gran problema con el que nos encontraremos en clase es el conflicto. El conflicto debe tratarse con inmediatez, es decir, el castigo debe ser inmediato a la acción. Si castigamos un conflicto tras un mes, no tendrá ningún resultado. Además, no debemos de olvidar que tratamos con personas con problemas propios. A veces, no es un castigo lo que necesitan; lo que necesitan es, quizá, un poco de comprensión. La causa del conflicto puede ser un problema más importante de lo que creemos. Los profesores a veces también tenemos que actuar como psicólogos e intentar ayudar a esos alumnos que se pierden en el camino. (O como dice el artículo de Spencer Kagan, de recoger a los hombres que caen en el río)
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