Dos mujeres están en la orilla de un río, de corriente
rápida, que se está llevando a un hombre que lucha por mantenerse a flote y
acercarse a ellas. Ambas mujeres saltan al agua y rescatan al hombre. Mientras
las valientes rescatadoras atienden a la víctima, la corriente lleva hacia
ellas un segundo hombre, también desesperado y gritando auxilio. De nuevo, las
mujeres se meten en el agua al rescate. Mientras sacan a la segunda víctima,
divisan a un tercer hombre agitando los brazos. Una mujer se mete en el agua
para salvar a la última víctima. Se da la vuelta y ve a la otra mujer yendo
corriente arriba. "¿Por qué no me ayudas?", grita. "Estoy
ayudando", responde la otra mujer. "Estoy yendo a ver quien los está
tirando al agua."
Me gusta muchísimo la metáfora sobre la educación en este texto. Las mujeres, serían los profesores y los hombres en el río, los alumnos. Los profesores, además de para educar, estamos para salvar a muchos de nuestros alumnos que necesitarán de nuestra ayuda. Aún así, no siempre nos bastará con recoger a los alumnos que se están ahogando en el río; lo que tendremos que hacer será tomar medidas, encontrar el problema principal o problema raíz que causa que tengamos que salvar a esos niños y así encontrar mejores soluciones; soluciones más efectivas.
No es tarea fácil, para nada. Pero dicen que con motivación y ganas sobra...
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